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Campaña de cirugía de cataratas en Thika (Kenya).
Del pasado sábado 25 hasta el domingo 2 de junio estuvimos operando de cataratas en el hospital de Thika en las afueras de Nairobi. El recibimiento por parte local fue excelente y realmente nos sentimos como en casa. El proyecto fue gestado por petición directa de Amma (Amritanandamayi Devi) y fue con su asociación en Kenya, el M.A.Math Charitable Trust, Kenya y en concreto con Nagesh Katuri, con quien trabajamos directamente aunque hubo otras asociaciones locales implicadas y fueron: Balaji MJF Lions Club Nairobi, Medisel, Lions Club of Greater Nairobi y Lions Club of Chania Falls.
El equipo estuvo formado por dos oftalmólogos (Dr. Jaime Javaloy y Dr. Tomás Moya), dos enfermeras (Dr. Mª jose Muñoz y Dª Ivana DE la Torre) y dos optometristas (Milagros Murillo e Isabel Signes) españoles, además de una cirujana de Burkina Faso (Dr. Rosalie Sanon). Por parte local contamos con muchísimo apoyo, para traducir, para acompañar, para tomar notas, pasar a los pacientes, y conseguirnos cualquier cosa urgente que se necesitaba. También trabajó con nosotros el Dr. Kagundo responsable de oftalmología del mismo hospital.
Se operaron 208 ojos, en la mayoría de los casos solo un ojo por paciente, pero en algunos pocos se les operó de los dos ojos. La mayoría era gente mayor de 50 años, pero tratamos a 4 jóvenes con catarata traumática. Podríamos haber hecho más pero parte de los pacientes citados no acudieron a su cita. Algunos porque estaban enfermos y no pudieron viajar, otros, como nos comentó una señora que vino “no se iba a operar porque alguien le había comentado que eso no era bueno”, quería unas gotas para ver mejor, lamentablemente las cataratas solo tienen solución quirúrgica.
Tratamos algún otro caso, como el de un chico joven que vino con un cuerpo extraño incrustado en cornea, y el caso de una joven de 19 años con un crecimiento epitelial que invadía cornea.
Visitamos el centro de niños ciegos que hay en Thika y les pedimos que vinieran a consulta los niños que tuvieran problemas. Revisamos a unos 20 niños de los 300 que hay en el centro. Lamentablemente la mayoría de los casos eran cegueras congénitas que no tenían tratamiento. Recuerdo el caso de una niña de 5 años, tenía los ojos perfectamente pero la corteza cerebral no se había desarrollado y tenía ceguera total. Eso sí cantaba y bailaba con mucha alegría.
Quiero agradecer a todos los colaboradores su extraordinaria implicación en el proyecto que hizo que la semana de trabajo se desarrollara de forma eficaz y fluida. Queda pendiente volver en tres meses a revisar a los operados, valorar los resultados visuales y hacerles entrega de las gafas adecuadas.
Dra. Maria Isabel Signes
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