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FECHA: Del 20 al 31 de marzo de 2024

LUGAR: Hospital New Don Bosco Fambul

PACIENTES OPERADOS: 215 cirugías

GAFAS DONADAS: 250 gafas de sol y unas 50 de cerca

PERSONAS REVISADAS: Más de 500 personas revisadas

CONTRAPARTE: Padre Jay y Padre Sergej. Salesianos de Don Bosco

COLABORACIÓN: VSF, Embracing the world, Baviera Responsable, Medicalmix,

Don Bosco Fambul y voluntarios.

OFTALMÓLOGOS: Dr. Jaime Javaloy (Alicante)

Dr. Gonzalo Muñoz (Valencia – Castellón)

OPTOMETRISTAS: D. Raúl Montalbán (Alicante)

Dª Beatriz Rodríguez (Madrid)

ENFERMERAS: Dª Raquel Calero(Castellón)

MÉDICO DE FAMILIA: Dª Laura Escamilla (Valencia)

ANESTESISTA: D. Benigno Escamilla (Valencia)

RESUMEN CAMPAÑA MARZO 2024

La ceguera causada por cataratas continúa siendo la principal causa de ceguera reversible en todo el mundo.

Este es la quinta campaña de cirugías de cataratas en Sierra Leona. Sierra Leona es un país muy castigado por su pobreza y por su historia, pasando una guerra civil de 11 años de duración muy sangrienta y reciente, que acabó en 2002 dejando más de 120.000 muertos y posteriormente la epidemia del ébola, la cual causó la muerte a más de 4.000 personas entre 2014 y 2016.

Las consecuencias sitúan a Sierra Leona en la cola de todos los indicadores económicos, sociales, educativos y sanitarios a nivel mundial, posicionándola entre uno de los países más pobres del mundo.

Desde 1986 los Salesianos trabajan en Sierra Leona en favor de los menores y jóvenes más vulnerables, en 1998 fundaron la ONG Don Bosco Fambul (que significa “familia” en la lengua local «Kriol»).

Y allí, hace 4 años se construyó un pequeño hospital para atención primaria y servicios de oftalmología, donde Visió Sense Fronteres envió dos microscopios quirúrgicos, y varios instrumentos ópticos que han permitido crear un departamento de salud visual con su propio quirófano.

Primera parte de la campaña. Localización de pacientes

El 20 de marzo de 2024, se desplazaron los dos optometristas del equipo de VSF hasta Don Bosco Fambul para empezar con revisiones en la zona y poder seleccionar pacientes para la realización de cirugías de cataratas a la llegada del resto del equipo.

Desde el 21 al 30 de marzo revisaron aproximadamente 500 pacientes, la mayoría del tiempo en la Clínica, donde visitaron pacientes citados por el personal local en el centro de Don Bosco Fambul, aunque también se desplazaron a pueblos cercanos el día 21 de marzo (Tumbu, Mama Beach) con la finalidad de localizar a pacientes a los que se pudiera operar o ayudar; el resto de días sólo visitaron pacientes en la clínica ya que se había realizado los días previos un buen cribado por parte del personal local de posibles pacientes para operar y además se había corrido la voz y acudían una media de 80 o 100 pacientes diarios a la Clínica.

En todos los casos se les realizaba medida de agudeza visual, que era tomada por el personal local, medida de la tensión intraocular con el tonómetro portátil, exploración con la lámpara de hendidura portátil y si se trataba de un caso más especial se completaba la exploración en una lámpara de hendidura de mesa. En los casos en los que la agudeza visual era inferior o igual a 0,3 y en la exploración con la lámpara de hendidura se observa una catarata evolucionada, se seleccionaba a los pacientes para ser operados en esta campaña, los ayudantes locales rellenaban un papel con datos personales del paciente y lo apuntaban en la lista de cirugía del día correspondiente, los optometristas realizan las medidas de refracción, queratometría (con autoqueratórrefractómetro portátil) y biometría.

Por supuesto, también se revisaron pacientes operados en campañas anteriores, donde cabe destacar el resultado postoperatorio excepcional y también la existencia de opacidades capsulares posteriores y errores refractivos postquirúrgicos ante los cuales no se podía hacer nada.

En el caso de pacientes que necesitan gafas de cerca se les entregaban, hasta que se acabaron las existencias.

Además, vieron pacientes con otras patológicas como conjuntivitis, sobre todo en niños, a los que se les entregaba o recetaba tratamiento tópico de antibiótico y antinflamatorio, glaucomas con tensiones muy elevadas que en muchos casos presentaban dilatación pupilar y con suerte visión de movimiento de manos a los que se les recomendaba y entregaba tratamiento tópico para un tratamiento crónico de colirios para el glaucoma con el objetivo de intentar preservar la poca visión que pudieran tener.

También llamó la atención que durante la campaña se vieron dos casos de niños con perforación corneal por traumatismo, a uno de ellos se le pudo hacer cirugía de sutura para evitar infección posterior y en el otro caso, como fue visto antes de que llegarán los oftalmólogos sólo se le pudo dar tratamiento profiláctico y citar en unos días con los oftalmólogos, pero no volvió a la Clínica para el posible tratamiento. Además, se vieron tres adultos con tumores faciales que afectaban a la zona ocular a los cuales sólo se les pudo recomendar hacer estudio completo y seguimiento en Hospital de la capital y dos niños entre cuatro meses y tres años de edad con enfermedades sistémicas con afectación ocular y desprendimiento bilateral de retina a los cuales no se les pudo tratar ni derivar.

Segunda parte de la campaña. Cirugías de cataratas

El 24 de marzo llegaron dos oftalmólogos, dos enfermeras y un médico anestesista para comenzar con las cirugías en ese mismo día.

Los días en los que se operó el día completo se realizaban una media aproximada de 40 cirugías, donde en todos los casos fueron cataratas extracapsulares.

Los pacientes estaban citados y apuntados para un día concreto según el tiempo disponible de cirugía (el domingo 24 sólo se pudieron operar 20 pacientes ya que el equipo llegó a media mañana y había que preparar el quirófano)

Cuando los pacientes llegaban al centro para la cirugía, recibían su papel relleno con los datos personales y optométricos, el personal local comenzaba desde su llegada a dilatarles el ojo que se les iba a operar.

Mientras el personal de quirófano adecuaba este para comenzar las cirugías, probar el microscopio, preparar el material, la anestesia… los optometristas continuaban con la dilatación, marcaban el ojo del paciente a operar con un esparadrapo encima de este con el número de historia al que correspondía y se les entregaba la lente intraocular a implantar, la cual, si había sido posible, se seleccionaba la tarde anterior después de finalizar las revisiones.

En las historias de los pacientes, se marcaban en la esquina superior derecha con una cruz los casos que presentaban un astigmatismo inverso para que en estos casos los cirujanos pudieran hacer sutura de la incisión al finalizar la cirugía y evitar así un astigmatismo postquirúrgico importante.

No se pudo realizar en todos los casos, sólo al principio de la campaña, ya que había bastantes casos y no suficientes suturas para todos.

Cuando los pacientes estaban suficientemente dilatados pasaban a la zona previa al quirófano en grupos de unos 4 o 5 pacientes y el anestesista procedía a aplicación de anestesia retrobulbar a excepción de casos especiales de los niños intervenidos.

En el quirófano, los dos cirujanos experimentados realizaban de manera simultánea cirugías extracapsulares con ayuda de una enfermera para cada paciente / cirujano. En algún caso fue necesario el empleo de ganchos retractores de iris para completar la dilatación y poder realizar la cirugía.

Al finalizar la cirugía con ayuda del personal local se realizaba oclusión con gasas y esparadrapo del ojo intervenido.

Además de las cirugías de cataratas extracapsulares se realizaron algunos casos excepcionales como un niño de cuatro años al que se le operó de cataratas congénitas en ambos ojos con sedación; otro adulto al que se le operó de catarata y al mismo tiempo de pterigion que le invadía el eje pupilar; un niño de doce años que presentaba una perforación corneal y al que se le realizó sutura corneal para evitar infecciones y mayores complicaciones futuras; un niño de diez años al que se realizó quirúrgicamente bajo sedación una limpieza de una infección, dacriocistitis con celulitis asociada, una mujer operada en la campaña anterior a la que se le realizó capsulotomía posterior quirúrgica y una exéresis de verruga en el párpado inferior de una paciente adulta.

Todas las cirugías fueron ambulatorias y los pacientes se iban de la Clínica después de la cirugía, a excepción de los que vivían demasiado lejos que eran alojados en las aulas del Centro de Don Bosco.

Revisiones postoperatorias

Al día siguiente, los pacientes operados asistían a primera hora de la mañana para ser revisados de las cirugías.

Los ayudantes locales procedían a des-ocluir el ojo intervenido y limpiar con gasas y suero para poder realizar la revisión.

Se tomaba presión intraocular en todos los casos, entregando pastillas de Edemox a casos muy excepcionales que presentaban valores elevados postquirúrgicos.

Después se les revisaba con la lampara de hendidura para valorar edema, posición de la lente, transparencia…

Una vez realizada la revisión, el personal local explicaba a los pacientes los cuidados postoperatorios y cómo debían ponerse las gotas de antibiótico y antinflamatorio que se les entregaban para que pudieran hacer este tratamiento.

También se les daban gafas de sol de protección en todos los casos.

En los casos que el ojo contralateral al operado presentase una agudeza visual inferior a 0,3, una catarata operable y el paciente deseara realizar una segunda intervención se programa al paciente para operar el segundo ojo ese mismo día o en días posteriores.

En el último día de campaña hubo que encargar al personal local la compra de 40 colirios para poder entregar a los últimos pacientes operados, ya que no había suficientes para todos los pacientes operados.

RESUMEN

Se realización 210 cirugías de cataratas extracapsulares, además de cinco casos especiales: una catarata congénita bilateral en un niño de cuatro años, una sutura de un ojo perforado en un niño de doce años, una limpieza de infección en saco lagrimal a un niño de diez años, una capsulotomía quirúrgica y una exéresis en párpado inferior.

Se revisaron aproximadamente 500 pacientes, entre los seleccionados para cirugía, revisiones de operados en otras campañas, glaucomas, infecciones y otras patologías.

Sería recomendable una campaña refractiva para poder completar la mejora refractiva de los pacientes operados en campañas anteriores de cataratas o poder ayudar refractivamente a otros pacientes que los necesitan.

El proyecto continuará este mismo año en el mes de diciembre, cuando otro equipo de VSF se desplazará de nuevo a Sierra Leona para la revisión de los pacientes operados en esta campaña, entregándoles gafas a aquellos que lo necesiten para mejorar su visión.

Se contó con personal local de Don Bosco Fambul, enfermeros y auxiliares en enfermería que durante los meses previos realizaron el primer cribado y búsqueda de pacientes con cataratas, además fueron de gran ayuda al facilitar nuestra relación con los pacientes y mejorar el flujo de pacientes, tanto en las revisiones como en el quirófano.

Durante la campaña se continuó con la formación optométrica del equipo local.

Agradecemos la colaboración de todos los salesianos de Don Bosco Fambul por su acogida, colaboración y apoyo para hacer realidad este proyecto, y así poder operar de cataratas a los más pobres entre los pobres.

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